sábado, 31 de julio de 2021

A medias


Tengo una canción a medias, mi corazón en guerra, y una herida que aún no cierra. Y siempre quise creer que hay cuentos que no acaban, y que cuando las velas se apagan, los sueños se encienden.

También tengo un Máster a medias, el inglés a medio camino, y una novela a medio escribir, que al igual que mi vida, tiene muchos capítulos por escribir. Pero tiempo al tiempo.

Tengo una conversación a medias, un calcetín suelto, y media cama vacía que aún te echa de menos. Yo también, pero no quería decirlo, y eso que yo no soy de dejar palabras a medias, aunque después de todo esto, no quedará muy creíble.

P.d.: Ha quedado a medias, ¿verdad? Es que, esta vez, no podría ser de otra forma.

martes, 27 de julio de 2021

Cicatrices (I.S.)


Llevo un par de días obsesionado con una canción; una letra que refleja exactamente cómo me siento y, lo que pienso.

Todo el mundo tiene una canción, o varias, de las que suele pensar o decir: 'esta canción podría haberla escrito yo'. Y sí, a mí me está sucediendo en este momento, y no es la primera vez, ya que podría haber sacado un disco con todas las canciones con las que, en algún momento de mi vida me ha pasado. 

Tras escuchar esa canción, me dan ganas de enviarle a esa chica, que no puedo sacarme de la cabeza, el enlace de la canción al WhatsApp, y no decirle nada más, pero sería cagarla, y por segunda vez. La última vez no salió bien, es más, ella no contestó, y de eso ya han pasado diez días. 

Quedan algo más de quince días para su cumpleaños y tengo la sensación de que, será en ese día cuando, muy probablemente, volvamos a saber el uno del otro, y será porque le mandaré una felicitación, seguramente por audio, y conociéndome, será tan espontánea que hasta quedara graciosa, y no incómoda. En verdad, he de confesar que esa felicitación ya ha sonado por mi cabeza, pero prefiero no pensarla, y que salga como tenga que salir en ese día, ya que en quince días, la vida y la cabeza dan mil vueltas. Aunque no sé por qué, pero sé que me va a dar miedo leer o escuchar su respuesta, ya que, sea como sea, mi cabeza me la jugará y me hará pensar mal.

Ojalá no... Ojalá sea diferente.

domingo, 25 de julio de 2021

Declaración de intenciones


Te quiero cerca, libre, conmigo y sin mí;
te quiero si te quieres, si te cuidas;
te quiero sin excusas.

Te quiero mientras pueda;
te quiero aunque no quieras,
porque querer no se elige.

Estas semanas me he dado cuenta de que dejar de hablarte no es suficiente para dejar de quererte, porque dejar de querer no se olvida, al igual que no se olvidan los besos que saben a verdad.

Sí, te extraño, pero no tengo coraje, ni valor para decírtelo, porque no quiero volver a remover tu calma, a pesar de tener mil ganas de ser el viento que desordene tu pelo y se lleve tus miedos; de convertirme en tu calma; de ser tu confidente; de ser tu hogar.

Parece fácil, pero...
hay que atreverse;
hay que querer.

sábado, 24 de julio de 2021

Madrid


Siempre pensé que no estaba hecho para ti, ni tú para mí. Qué feo prejuzgar, y qué bonito equivocarse.

Llegué en un verano diferente, sin apenas pensarlo, para hacer un trabajo diferente, pero con muchas ganas de desconectar, de cambiar de aires, de encontrarme conmigo mismo, y de conocer gente nueva.

La idea era estar en ese trabajo de verano, y tras llegar septiembre, volver a casa. Pero un peluquero, me hizo ver que tú eres distinto, y que será magia o brujería, pero me dijo una frase de la cual sonreiría al escucharla: 'quien viene a Madrid para vivir, se queda. Y si no, ya me lo dirás'. Y tuvo razón, un año después, sigo aquí, con el mismo futuro incierto, pero esta vez con ganas de quedarme, y de reencontrarme con esos grandes amigos que está ciudad me ha regalado en tan solo un año.

Ha sido un año lleno de emociones, de sentimientos, de experiencias, de risas, de bares, de descubrimientos, de canciones, de superación, y trabajando en lo que me gusta. Y es que, este año, a nivel profesional también ha sido un año genial, ya que, he podido reafirmar que elegí la profesión en la puedo dar lo mejor de mí, y cuando esos locos bajitos te miran, te sonríen, te abrazan y te dicen que te quieren, pues te sientes la persona más afortunada del mundo.

Ojalá septiembre vuelva a regalarme esos momentos, y aquí, en Madrid. 

jueves, 22 de julio de 2021

Tiempo


Aún le sigo dando vueltas a aquel último audio que le envié, y a esos últimos mensajes enviados en pleno conticinio, de los cuáles no obtuve respuesta, y sé que fue porque no merecían respuesta. Me equivoqué, y le hice más daño, y a la vez, cavé la tumba de nuestra relación. Y es probable que, aunque no hubiera hecho ese acto tan impulsivo y más propio de un adolescente, nuestras vidas hubiesen seguido caminos diferentes, pero quizás, el sabor de boca sería diferente.

Sé que me hago daño al entrar en su WhatsApp, para comprobar si está en línea, y yo, iluso de mí, cuando eso sucede, me pongo nervioso y salgo rápido de ahí, a pesar de saber que ella no escribirá. Y un minuto después me vuelvo a sentir inútil, y a gritar al cielo ¡Qué me has hecho!

Sé que el tiempo hará que mi mar vuelva a la calma. Y hablando de tiempo, me acabo de acordar de aquella primera canción que le escribí, aquella canción que no hablaba de mí, sino de ella, y hoy, el puto karma me la ha vuelto a jugar. 

Tras escribir el párrafo anterior, me he puesto su canción, la cuál estoy escuchando ahora mismo, y me da rabia, y a la vez, me estoy riendo, porque quién me iba a decir a mí, que tres meses después, esa canción que hice intentándome poner en su piel, se me hace ahora mismo algo cercana.

Así que, no me queda otra que pedirle al tiempo que me cure borrándome las heridas. Y es que, mi trabajo de verano no ayuda mucho, ya que da mucho tiempo para pensar, y el problema es que no es ese el tipo de tiempo que necesito, ya que ese tiempo suelo pasarlo pensando en ella.

Ya ves, qué putada eso del tiempo. Aunque estoy seguro de que en algún momento, el tiempo bailará a mi compás.

martes, 20 de julio de 2021

En el mismo bando


Quise poder verte dormir, pero la noche se nos hizo demasiado corta, aunque fui capaz de entrar en tus visiones, durante algunos instantes.

Fue una noche diferente, en la que no hizo falta ron para dejarnos llevar; la cama fue nuestro campo de batalla, y ambos, carne de cañón. 

Todo parecía un juego, poco a poco, íbamos adelantando posiciones, quitándonos las armaduras y, armándonos de valor hasta llegar al frente, a pecho descubierto.

Las caricias, los abrazos, los besos, las mordidas, las sonrisas y las miradas, fueron las únicas armas de guerra permitidas en la batalla. La confianza, la conexión y la complicidad eran tan fuertes que, juntos éramos invencibles e irrompibles: no había muros, ni fronteras, solamente dos miradas diciéndoselo todo.

Han pasado dos semanas desde aquella última batalla y, las heridas aún siguen abiertas. Pasará mucho tiempo hasta que logren cerrarse.

Espero que algún día, nos reencontremos en el campo de batalla, y seas tú quien a besos deshaga mis cicatrices. Y en ese instante, tendré el valor de decirte 'quédate'.

miércoles, 14 de julio de 2021

A corazón abierto


Hacía demasiado tiempo que no sentía la sensación de soledad tras una ruptura, una pérdida o un distanciamiento. El problema es que esta vez ha sido diferente, ya que esta vez he sido yo quien han dado el paso. Y es duro, y más cuando estás en ese territorio sin ley; en ese punto en el que aún no eres novio, pero eres 'alguien' para esa otra persona. Y además eres consciente de que la química que hay entre ambas miradas, ambos cuerpos y ambas mentes es tan afín, que da mucho miedo.

Pero el problema, realmente es otro: ella está en esa etapa de duelo, en la que necesita conocerse y quererse. Y creo que siente esa presión de cumplir ese tiempo, que nadie sabe cuánto tiempo es. Y yo, que hasta ahora estaba bordeando el precipicio, he decidido alejarme, y es que, a veces, huir es la única opción para salvarse a sí mismo. A pesar de que hoy, un miércoles de julio, mi corazón llora, y mi cabeza no para de pensar en ella.

En cierto modo me da rabia, porque quiero formar parte de su vida, y creo que habíamos llegado a ese punto en el que la amistad y la confianza eran casi plenas, al menos, esa era la sensación que percibía, pero, o estaba equivocado, o esa sensación no es suficiente para ella.

Sí, quizás yo sea egoísta al pensar de ese modo, pero creo que si lo hubiera sido, hubiese seguido mandándole audios, y escuchando los suyos.

Hoy se me ha grabado en la mente una de sus frases: 'no quiero perderte'. Es demasiado duro escucharlo en su voz, y más pensar que quizás sea una premonición, ya que cuando alguien me duele, solo soy capaz de alejarme. Supongo que por evitar sufrir. Y eso, como bien sabemos, lleva al olvido, en ambos corazones.

Mientras escribo, me está viniendo a la cabeza ese otro chico, el cuál parecía ser ese chico tirita que ayuda a alejar la soledad. Y es que, quizás, sin darme cuenta, yo también lo he sido, pero no me importa, siempre y cuando ella haya sentido de verdad nuestros momentos.

Pero pensando en el chico tirita, me da miedo a que ocupe un lugar impotante en su vida. Sí, aquí sí estoy siendo un poco egoísta, pero es que durante los últimos años de mi vida me he dado cuenta de que encontrar a alguien con quien compartir tu vida es, tan complicado, que cuando sientes que frente a tus ojos está esa persona que sabes que puede llegar a ser capaz de tocarte el alma, de sanarte heridas, de acariciar tus miedos, y de hacer que la vida sea más bonita si la recorres junto a ella, pues te da rabia, o pena, o qué se yo..., que estemos en etapas diferentes.

Sí, es una pena... porque nuestra complicidad en medio del caos es pura magia, y es que nuestra conexión es tan fuerte que hasta puede dar miedo de lo real que es.

Una parte de mí quiere que ella rompa esa promesa (sin ser promesa), y me escriba, o me mande uno de sus audios, y me diga que todo esto no tiene sentido, que necesita escucharme, que me echa de menos, y yo, responderé a corazón abierto. Y de ese modo, ella romperá mis esquemas, pero quizás, ese impulso nos puede hacer mucho daño, puede que sea la llama de fuego que logre quemarnos.

¿Por qué rompiste mi calma? ¿Por qué es todo tan complicado? Si yo te quería, pero en silencio, y eso me bastaba, porque entendía que tu corazón y tu cabeza estuviesen caminando por otro rumbo, y además, ¿cómo iba a pensar que tú, en algún momento, pudieses fijarte en mí?

Reconozco que no quiero dejar de escribir, no quiero terminar, porque sé que si te vuelvo a escribir aquí, será porque aún necesitaré sacarte de mi cabeza, y no quiero sufrir, ni quiero hacerme más heridas, y menos, que tú te conviertas en mi herida.

¿Sabes? Una parte de mí quiere que leas este diario, estas palabras que ahora me calman porque son tan reales y tan sinceras que, son palabras a corazón abierto.