martes, 15 de febrero de 2022

Mis 99 cosas que hacer antes de morir

Estoy seguro de que la mayoría de las personas que vivimos en este planeta alguna vez en esta vida hemos pensado… “¡Esto lo tengo que hacer antes de morir!”.
 
Una frase que muchas veces llega a quedarse en eso, en una frase más. Y yo, no quiero que eso mismo también me suceda, y por eso estoy aquí, en una mañana calurosa de verano, escribiendo esto: mi lista de cosas que hacer antes de morir.
 
Si hago esta lista no es por moda, ni por aburrimiento, no… solamente lo hago porque sé que puedo ser capaz de lograr todo lo que me proponga, de eso no tengo ninguna duda, pero hay cosas, o quizás llámense sueños, que son complicados de cumplir, pero si están en esta lista…pues no me queda otra que cumplirlas, y ahí van mis 99 cosas que hacer antes de morir:
 
 
1.     Pasear un domingo por la tarde al lado de la Torre Eiffel
2.     Bañarme en una playa por la noche
3.     Componer una canción
4.     Hacer voluntariado en algún país del tercer mundo
5.     Saltar en paracaídas
6.     Sacarme una carrera
7.     Ser profesor de Música
8.     Escribir un libro
9.     Publicar una novela
10.  Dedicar a alguien un libro
11.  Correr bajo la lluvia
12.  Correr una media maratón
13.  Correr un maratón
14.  Correr todos los días durante un mes
15.  Participar en un ultra-trail
16.  Ser Ironman (o medio Ironman)
17.  Hacer un viaje solo (a cualquier lugar)
18.  Ir al gimnasio
19.  Plantar un árbol
20.  Aprender a tocar la guitarra
21.  Escribir una carta a un ídolo
22.  Ir a ver una etapa de una vuelta ciclista
23.  Ir al Louvre (museo), y ver La Gioconda
24.  Enviar un mensaje en una botella
25.  Hacer snorkel
26.  Montar en kayak
27.  Tener hijos
28.  Escribir un cuento
29.  Hacer cubo de Rubik
30.  Verme todas las películas de Harry Potter
31.  Leer un libro en una sola noche
32.  Ver las Perseidas
33.  Viajar a Asia
34.  Colaborar con alguna ONG
35.  Aprobar el Máster
36.  Hacer nudismo en una playa nudista
37.  Hacerme un tatuaje
38.  Ir de público a algún TV show
39.  Besar a una desconocida
40.  Vivir en otro país
41.  Comprar un perfume de lujo
42.  Tomar las 12 uvas en la Puerta del Sol (31 diciembre)
43.  Viajar a Dinamarca
44.  Mirar fijamente a la sirenita de Copenhague
45.  Visitar la estatua de Han en el puerto de Elsinor
46.  Viajar en avión
47.  Ver un glaciar
48.  Regalarles a mis padres un viaje
49.  Sacarme el carnet del coche
50.  Comprarme un coche
51.  Comprarme una casa
52.  Ganar en una partida de ajedrez
53.  Caminar y correr por el desierto
54.  Practicar Boxeo
55.  Estar un fin de semana sin hablar
56.  Pasear en góndola por Venecia
57.  Salvar una vida
58.  Enamorarme hasta las trancas de alguien
59.  Sentirme libre
60.  Casarme en Las Vegas
61.  Jugar en un casino de Las Vegas
62.  Casarme
63.  Tocar en un grupo de música
64.  Hacer escalada
65.  Beber una cerveza en 10 segundos
66.  Beber una Guiness en Dublín
67.  Llorar de felicidad
68.  Ganar un concurso
69.  Ir a un concierto de Andrés Suárez en pareja
70.  Besar bajo la lluvia
71.  Vivir en Madrid
72.  Ir a una boda soltero, sin acompañante
73.  Hacer Surf (o al menos el intento)
74.  Cruzar miradas con una desconocida de forma mantenida
75.  Ver una serie en pareja
76.  Volar una cometa, siendo adulto
77.  Montar en globo
78.  Hacer el camino de Santiago
79.  Ir al día del Orgullo
80.  Cantar con un cantante o grupo que me guste
81.  Visitar Egipto
82.  Montar en camello
83.  Ir al cine solo
84.  Dormir en un hotel de lujo
85.  Montar en limusina
86.  Celebrar el Año Nuevo en otro país
87.  Participar en una Jam Session (de música o de poesía)
88.  Pasar un fin de semana en la nieve
89.  Hacer un viaje express a otro país
90.  Ver un partido profesional de cualquier deporte en directo
91.  Comer pizza en Italia
92.  Encontrar algo que haya perdido
93. Ver auroras boreales
94.  Hacer bricolaje
95.  Enseñarles a mis hijos álbumes de fotos de cuando era pequeño
96.  Componer una canción con alumnos en algún colegio
97.  Hacer Yoga, Taichí, Pilates o cualquier disciplina de cuerpo/mente/espíritu
98.  Subir al London Eye
99.  SER FELIZ.
 
 
 
Lista comenzada (oficialmente) el 26/07/2018, y terminada el 15/02/2022

lunes, 17 de enero de 2022

Corazón a trizas


No sé por qué, pero enero nunca ha sido un mes bueno para mí, a lo que a nivel emocional se refiere. Hace unos años tuve que pasar por una ruptura que, a pesar de que la relación duró algo menos de un año y medio, fue tan intensa, que el golpe fue demasiado duro. Además, fue mi primera y única relación.

En aquel momento (enero, 2018), no era consciente de que mi personalidad y mi forma de ser, tenían un rasgo especial: el rasgo PAS (Personas Altamente Sensibles). Conocer e indagar más sobre esa parte de mí, fue un regalo que me hizo el destino. Me gusta pensar que, si esa relación hubiese continuado, tal vez no me hubiera conocido de tal modo.

Hoy por hoy (enero, 2022), vuelvo a encontrarme en una situación similar a la vivida en aquel momento, pero esta vez, es muy diferente, y eso me hace sentirme ridículo, porque la chica que aún tengo en mi cabeza, la chica que hizo darme cuenta de que 'Madrid sin ella, se apaga', la chica que me hizo vivir momentos únicos... Esa chica, jamás llegó a ser mi pareja. Y me duele, porque yo, pensaba y aún pienso, que esa chica es la persona más especial que he conocido jamás. Sí, solamente tengo 28 años, pero con ella, fui capaz de recrear en mi cabeza un futuro a su lado. Y eso, nunca antes lo llegué a pensar.

Y quizás te preguntes que por qué esta historia no llegó a comenzar, y la respuesta es muy sencilla (al menos eso cree mi cabeza): la vida nos cruzó en el momento equivocado: dos personas que a nivel emocional estaban en momentos diferentes.

No os podéis imaginar la conexión que existía entre ambos, cuando nuestros cuerpos y nuestras miradas estaban justo enfrente, había una química emocional que aquellas personas que nos conocen y rodean, son conscientes de apreciarla. Pero el amor no pudo hacer su papel, ya que ella se aferraba a curar y limpiar su corazón, el cuál aún tenía pedazos de cristal que seguían haciéndole daño.

Este verano, el distanciamiento hizo que nos echásemos de menos, y en septiembre, aquel reencuentro, nos hizo darnos cuenta de que la conexión aún seguía ahí.

Hace unas semanas, volví a verla, y fui capaz de volver a sentir, y de nuevo sentí sus labios junto a los míos, y quise creer en un "¿Por qué no intentarlo?", pero ella me hizo ver que aún no estaba preparada.

Llegó enero, y la llamada que me hizo el sábado, me partió en dos: ella está conociendo a alguien, con el cuál siente, y cree que puede ser capaz de volver a amar, y entonces, sentí que estaba al borde del nocaut. Ella, me conoce tanto, que sabía que, aunque lo nuestro no había comenzado, esto estaba siendo una ruptura, y era consciente de que me dolería. La distancia hizo que esta despedida fuese por llamada, y al menos, pude oír su voz por última vez.

Desde el sábado, solamente han pasado dos días, pero dentro de mí siento que algo de mí se ha ido, que una parte de mí quedó vacía.

Sí, soy un puto suicida emocional. Y lo siento todo de una forma tan intensa, que la caída al vacío, duele aún más.

Llámame tonto, iluso o soñador, pero aún tengo la esperanza de que nuestros destinos se vuelvan a cruzar, y que a ambos nos pille desarmados, sin escudos, en el mismo momento vital, y será entonces, cuando volvamos a soñar en el mismo sueño. Pero luego, regreso  al mundo real, y varias preguntas me invaden: ¿Llegó ella a sentir lo mismo que yo?, ¿Fue para ella, solamente una atracción emocional?

Es ahora, cuando vuelvo a recordar uno de los primeros textos que escribí y que publiqué en este diario: 'Con fecha de caducidad': un texto que escribí metiéndome en otra piel, y en otro corazón, y años después, el karma hizo que sintiese mía cada una de esas palabras, y otros tantos años después, me vuelve a suceder.

Ella, el otro día me intentaba consolar, diciendo que la vida me pondrá a alguien especial a mi lado, pero yo, a día de hoy, sigo pensando en ella.