lunes, 15 de agosto de 2016

Soneto en una noche de verano

Juguemos a ser dos adolescentes,
que matan la inocencia con caricias,
y envuelven corazones inocentes,
en besos que desatan evidencias.

Tenemos un verano para amarnos,
noventa noches para desearnos,
Si entonces no pudimos encontrarnos,
es el momento de poder soñarnos.

Lo malo es que el soñar te atemoriza,
y a mí eso es algo que me hace temblar,
pues solo el verte lejos me horroriza.

Debemos en tus sueños lastimar
al duende que te ha vuelto asustadiza;
unidos, para al fin poder amar.

lunes, 8 de agosto de 2016

El amor es para valientes

Nueve de la mañana del segundo lunes de agosto, cojo el móvil y miro Twitter;
 «El amor es para valientes», es la frase que contiene el primer tweet que mis ojos observan. Es entonces, cuando de forma inconsciente sale de mi boca una sola palabra: cobarde.

Hasta ese momento no me había parado a pensar en dos caminos que tenemos para elegir en ciertas ocasiones; el camino de la valentía y el camino de la cobardía. Lo sencillo, es tomar la última dirección y recorrer el camino impasible, siendo incapaz de afrontar esa dificultad que tu cabeza o tal vez tu corazón, creen que no lograrás. Pero, ¿De qué sirve vivir si no sabemos vivir?. Aunque hay circunstancias que nuestra cabeza no es capaz de afrontar, tal vez, porque está segura de que no podremos alcanzar el objetivo o simplemente, por miedo a hacerlo.

Lo difícil pero atractivo (al menos para mí) es tomar la otra dirección. Elegir el camino que te llevará a la superación, al éxito, a la felicidad y quizás al fracaso, pero como dicen por ahí «quien no arriesga no gana».

He de decir que éste, es un camino que mi cabeza conoce a la perfección, pero no podrá decir lo mismo mi corazón. Tal vez sea defecto de fábrica o que la cobardía es el aliado perfecto de la timidez, en lo que al amor se refiere. Yo apostaría por la segunda opción.

Creo que ya va siendo hora de enfrentarme a estos dos abusones, y bueno, aún es lunes ¿qué mejor día para empezar a cambiar las cosas? 

jueves, 4 de agosto de 2016

En cuarenta y una palabras

Calmar las cicatrices de tus miedos;
mi droga más preciada.
Rozar la punta de todos tus sueños;
anhelo nunca hallado.
Canciones con Te quiero y sin enredos;
deseos de una amada.
Buscar en tu baúl besos sureños;
anhelo, al fin hallado.