domingo, 30 de octubre de 2016

Llegaste tan de repente,
que no tuve tiempo
ni de contar
hasta diez.

domingo, 23 de octubre de 2016

Creía, y a la vez moría

Creía saber respuestas de preguntas que la vida aún no me había hecho.
Creía que mi vida estaba hecha para ser un viajero solitario con el corazón en la mano y palabras tatuadas en el cuerpo; palabras que solo yo podía leer.
Creía saberlo todo de los sueños, cuando ni siquiera soñaba.
Creía ser soledad y modestia en medio de un huracán, cuando tan solo era silencio en medio de un montón de gente.
Creía en el amor, pero nunca lo vi.
Creía, y a la vez moría.

Pero un día abrí los ojos, viví, sentí y todo se volvió gris. La ingenuidad se marchó y la cruda realidad se mostró desnuda ante mis ojos, pero esa realidad puso de nuevo mi corazón en su sitio.

Las palabras se mudaron de piel, ahora residen en mis canciones y en hojas de papel.
Ahora sueño, pero no entiendo mis sueños.
La soledad se cubrió de tus besos, y el silencio se convirtió en palabras cuando en mi vida apareciste tú.
Ahora, todo volvió a cambiar de color. 
Ahora, creo que soy feliz.

sábado, 1 de octubre de 2016

No es tan fácil...

No es tan fácil decir lo que sientes y lo que piensas en cada momento. 
No es tan fácil ser tú mismo cuando estás con alguien, es difícil si ese alguien no es la persona adecuada.
No es tan fácil encontrar a esa persona con la que seas capaz de compartir tus sentimientos, tus emociones, tus miedos, tus debilidades, lo mejor y lo peor de ti. 

Y a veces no somos capaces de ver a esa persona, o quizá, tenemos miedo de que realmente sea ella. Y es que el mundo tras una pantalla puede dar miedo, a mí ahora mismo me está dando miedo. Sí, el puto miedo otra vez, aunque esta vez no fui yo quien se dio cuenta de que ahí estaba.

Pero el miedo a veces es puro atrezzo, y solamente está ahí porque siempre o casi siempre suele ser esa nube que está en el fondo de cualquier instante bonito, pero que no somos capaces de ver. Tal vez, si la viésemos desde el primer momento, todo sería diferente. No me preguntes si sería mejor o peor, porque aún no lo se.

Del mismo modo que a veces no somos capaces de verla, puede suceder lo contrario. Sí, que aquella persona que aparece en tu vida en el momento más inesperado, sea esa pieza, la pieza que encaja. Suena demasiado a tópico, lo sé, pero si desde esa pantalla eres capaz de sentir, de reír, de creer, de esperar y de soñar, ¿Por qué no puede ser todo igual en nuestro mundo real? No me vale pensar que no es la pieza que va a encajar en mi vida, que no es la pieza que parecía ser o que yo quería que fuese, ni siquiera, que no es la pieza que ahora necesito. No es tan fácil, pero yo quiero comprobarlo. 

¿Por qué no iba a hacerlo?