Creía que mi vida estaba hecha para ser un viajero solitario con el corazón en la mano y palabras tatuadas en el cuerpo; palabras que solo yo podía leer.
Creía saberlo todo de los sueños, cuando ni siquiera soñaba.
Creía ser soledad y modestia en medio de un huracán, cuando tan solo era silencio en medio de un montón de gente.
Creía en el amor, pero nunca lo vi.
Creía, y a la vez moría.
Pero un día abrí los ojos, viví, sentí y todo se volvió gris. La ingenuidad se marchó y la cruda realidad se mostró desnuda ante mis ojos, pero esa realidad puso de nuevo mi corazón en su sitio.
Las palabras se mudaron de piel, ahora residen en mis canciones y en hojas de papel.
Ahora sueño, pero no entiendo mis sueños.
La soledad se cubrió de tus besos, y el silencio se convirtió en palabras cuando en mi vida apareciste tú.
Ahora, todo volvió a cambiar de color.
Ahora, creo que soy feliz.
Ahora, creo que soy feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario