sábado, 6 de enero de 2018

Carta a mi yo del futuro

Querido yo, te escribo esta carta desde mi cama en la madrugada más mágica del año para hablarte de algo importante, de ti.

Deja de lastimarte al pensar cómo podría haber sido tu vida, si en muchas ocasiones hubieras cambiado un NO por un SÍ, o viceversa, porque de esas decisiones, tal vez, te hubieras arrepentido más tarde. 

Recuerda que la soledad no es un enemigo más, sino el amigo más importante que tienes, ya que él hará que te conozcas a ti, más que nadie. 

Has de aprender a quererte a ti, antes que querer a los demás. Tú eres lo más importante en tu vida; tú eres el protagonista de tu historia; tú eres ÚNICO, y has de seguir siéndolo, y solamente siendo como tú eres, sin intentar hacer lo que otros hacen. Haz lo que sientas y lo que el corazón te pida, pero usa la cabeza. Sé inteligente. 

No dejes de soñar despierto, no pares de soñar, vuelve a hacerlo, tú puedes soñar. Si ahora dejas de hacerlo, tu luz se apagará. Tienes que soñar, y sé que puedes volver a hacerlo. Los sueños siempre te estarán esperando para que los cumplas. 

Tienes que volver a sonreír, como antes lo hacías. Tu sonrisa hará feliz no sólo a ti, sino a los que te rodean. Por eso tienes que volver a ser tu mismo, el de antes, el de siempre; aquel chico positivo para el que no existía lo negativo; aquel chico tímido que cuando empezaba a hablar, nadie podía pararle; aquel chico que no podía callar ante injusticias; aquel chico que lograba conseguir todo aquello que se proponía; aquel chico que vivía sin prisas, pero iba a todos sitios corriendo;  aquel chico que amaba el romanticismo; aquel chico que creía en el destino y en la palabra "maktub"; aquel chico que creía en sí mismo.

No permitas que una herida te haga daño, cúrala con poesía y con Bukowski. Desahógate con tus amigos, ellos te escucharán, no te desahogues tú solo, o al menos, haz el intento.

Llora cuando tengas que hacerlo, llora, no te contengas. Los hombres también lloramos, también sufrimos. 

Que no te duelan las canciones, y si te duelen, vuelve a escucharlas hasta que dejen de hacerlo. Pero antes, has de pisar el pasado, y caminar en el presente, sin malos recuerdos que puedan atormentarte, y sin malas hierbas que puedan destruirte. 

Escucha antes de hablar, no seas intransigente ni testarudo, reconoce tus errores, y valora las opiniones de la gente que te quiere y que te han demostrado que están a tu lado. Pero no olvides que no has de confiar en nadie, solo has de confiar en tu instinto y no regalar la confianza a quienes no la merezcan. La confianza es una de las cosas más preciadas que tienes. No la derroches. 

No pienses que no habrá nadie que sea capaz de querer y comprender a tu corazón y a tu forma de ser, porque ahí fuera hay alguien que te hará muy feliz, te amará y querrá que tú seas el padre de sus hijos, y tú sentirás exactamente lo mismo por ella. Pero no la busques, que un día aparecerá, os presentarán y en ese mismo instante, sabrás que es ella. 

Si alguna vez vuelves a recaer o a olvidar lo que tú eres, no dudes en volver a leerme. Yo siempre estaré aquí, para recordarte quien eres y para intentar hacer que aprendas de tus errores y consigas ser mejor persona. 


PD. Cree en ti y sé feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario