jueves, 5 de agosto de 2021

Misión suicida


Quién me iba a decir a mí que, usaría a Instagram como última bala y, como última y más clara declaración de intenciones: dos estrofas en forma de canción, en stories. Y cuyo último verso 'nadie me da lo que tú me das', pensaba que sería la única forma de ver de nuevo tu nombre en un mensaje.

Eran las diez y tres, de la noche de ayer, cuando llegué de correr, miré el móvil, y vi un mensaje de aquella amiga íntima que ambos tenemos. No contesté, aún, ya que sabía que ella intentaría hacer referencia a esa canción y, entonces, rápidamente entré en esa red social. Sí, ya habías visto mi canción.

Me hubiera gustado que hubieras sido tú quien hubiese enviado el mensaje, pero supuse que no te atreviste, y recurriste a ella para saber cómo estaba, para saber de mí. Quizás esté equivocado, pero suelo fallar poquito en mis intuiciones.

Si te soy sincero, el hecho de que recurrieses a ella, me hizo reconfirmar que estamos en etapas distintas, y con sentimientos diferentes.
Y sé que no lo hiciste con mala intención, es más, seguramente te preocupaste, te sentiste culpable y, te rallaste al escucharme. Pero eso me hizo pensar, y si sintieses lo mismo que yo, hubieses sido tú quien hubiera escrito o llamado. Y sí, lo sé, el primero que ha sido cobarde y no ha ido de frente he sido yo, al sincerarme indirectamente.

Una parte de mí se arrepiente de haber publicado ese trocito de canción, por ti y por mí. Por ti, porque volví a trastocar tu calma, y por mí, porque sé que a mi corazón no le quedan más balas, ni llaves, ni nada que logre hacerte cambiar de opinión.

Por otro lado sé, que mi corazón está empezando a dejarte ir.

Me creí más valiente, pero no fui capaz de hablarte. Al menos sé, que ahora será más fácil poder sacarte de mi mente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario